A finales del siglo XVI China concentra una cuarta parte de la población del mundo y representa un 40% de la riqueza del planeta. En 1580, el secretario del emperador, Zhang Juzheng, modificó completamente el sistema tributario y la unidad de recaudación pasó del arroz a la plata. Pero había un problema: China no tenía plata. Sólo los españoles, establecidos ya en Manila, estaban en condiciones de atender esta necesidad de manera estable y con garantías de calidad, gracias a la plata de América. Esta confluencia de intereses conectó las dos economías más potentes del mundo en ese tiempo: la Hispana y la China, los Austrias y los Ming. En pocas décadas de Oriente a Occidente, el mundo adquiere conciencia de su forma, y la monarquía hispánica se transforma en el motor de una globalización sin precedentes.
La historia del Imperio español es desconocida por la mayoría de los españoles; es bueno conocerla. Merece la pena. No hay otra historia que se pueda comparar.
CRÉDITOS
Guion y dirección: José Luis López-Linares
Montaje: Pablo Blanco Guzmán
Dirección de producción: Cristina Moñívar y Pilar Barbat
Dirección de fotografía: José Luis López-Linares
Cámara: Andrés Recio Illán, Víctor Escribano
Sonido: Juan Carlos Cid Torrejón, Pablo Alayza
Dirección de posproducción: Andrés Recio Illán
Ilustraciones: Ximena Maier
Grafismo: Raúl González Gemes, Mario Jiménez
Documentación: Gonzalo Hervás, Pedro Otero
Dirección de mecenazgo: Víctor Escribano
Con la voz de: Antonio Valero